Por: Paola Ochoa D.
La ceremonia religiosa fue un verdadero cuento de hadas. El novio, Daniel Ochoa, peruano, odontólogo, hijo del reconocido Dr. Jesús Ochoa. Y la novia, Eszter Koletics, bellísima en un vestido largo, húngara y dentista también. La boda se celebró en Budapest, lugar de nacimiento de la novia, un lugar lleno de escenarios mágicos.
Los novios se conocieron mientras realizaban sus estudios de postgrado en la Universidad de Nueva York y al año de conocerse, Daniel la trajo a conocer el Perú y le pidió matrimonio en el lugar más emblemático de su tierra: Machu Picchu. La fecha de la boda aún era incierta, pero algo sí era seguro: sería un evento internacional.
Y así fue. Tres años más tarde, llegaron hasta Hungría familiares y amigos de todas partes del mundo, siendo la delegación peruana la más importante. Como en el mundial de Rusia unas semanas antes, los peruanos se harían sentir.
La ceremonia civil se llevó a cabo al atardecer en un crucero por el Río Danubio (sí, el mismo del famoso Danubio Azul). Los novios recitaron sus propios votos, entre la emoción de los presentes, quienes soltaron al cielo globos de todos los colores al momento del sí. Al anochecer, desde la embarcación se podía apreciar la hermosa arquitectura de la ciudad iluminada, entre puentes y monumentos históricos.
Pero el verdadero gran día sería el siguiente, en la Iglesia de Mathías, una de las más hermosas de Europa, de 700 años de antigüedad y escenario de múltiples coronaciones y bodas reales en el pasado. La ceremonia, oficiada en húngaro y castellano, culminó con los novios rebosantes salpicados por pétalos de rosas entre los aplausos de los invitados y de turistas curiosos.
Y finalmente, la fiesta, en otro hermoso escenario: el salón de baile del Hotel Corinthia, el cual fue decorado exquisitamente al estilo del Gran Gatsby de los años 1920. En Hungría se acostumbra que a las 12 la novia reaparezca con un vestido rojo, pero la gran sorpresa de la noche la dieron los peruanos con la famosa “hora loca” al estilo que ya conocemos: bulliciosa, divertida y desenfrenada. Ciertamente, algo nunca antes visto por esos lares.
Una boda mágica donde se manifestó el amor de los novios y de todos los presentes hacia ellos. Una boda para recordar y soñar. ■


ÁLBUM DE BODAS
Imágenes de los preparativos, la ceremonia y la fiesta.





