La boda de Daniel y Andrea: ¡Para ranas: un, dos!
Algunas parejas tienen extrañas maneras de celebrar sus momentos de felicidad. Eso se constató en la boda de los deportistas Daniel de Montreuil y Andrea Castillo Sarmiento, realizada en Paracas, el 07 de Abril de 2018. En un momento de la celebración, luego del protocolar y muy atildado Danubio Azul, ¡empezaron las planchas, las polichinelas y a saltar la soga! Para los invitados llegados del extranjero, así como para los mozos y la wedding planner, fue algo inesperado, que los sacó de cuadro. Sin embargo, la mancha de familiares y amigos deportista de los novios, sabían que ese divertido momento, tarde o temprano, tenía que llegar. Y fue como una explosión de alegría, la hora loca deportiva.
“¿Por qué las planchas?”, le preguntamos a Daniel. “Jajaja”, contesta. Simplemente es algo que hacemos para divertirnos. Como mucho de nuestros amigos son deportistas, es una forma de retarnos y demostrar que siempre estamos en forma”.
¿CÓMO SE CONOCIERON?
En abril de 2014 Andrea llegó a entrenar a la piscina donde Daniel era entrenador del grupo de deportistas de Perú Triathletes. Andrea había decidido empezar un entrenamiento serio, cuya difícil meta sería culminar la dura prueba del Ironman 70.3. Y en esas estaban cuando, en agosto del 2016, el grupo de deportistas de Perú Triathletes viajó a Australia a participar en el campeonato mundial de triatlón Ironman 70.3, también conocido como Medio Maratón: 1,9 km de natación, 90 km de ciclismo y 21,1 km de carrera a pie.
Andrea era uno de los diez deportistas que había clasificado a ese mundial y para entonces ya estaba de enamorada y salía con Daniel. Se gustaban. Habían pasado mucho tiempo juntos y compartían los mismos gustos.
LA DECLARACIÓN DE AMOR
Finalizada la competencia de triatlón en Australia, el grupo de Perú Triathletes decidió relajarse viajando y haciendo turismo por la zona. Unos se fueron por aquí, otros por allá. Daniel y Andrea recalaron en DayDream Island, una hermosa isla al noreste de Australia. Y fue durante su primera noche en esa isla, después de cenar, que fueron caminando juntos, vino en mano, a un muellecito al lado de la bahía, y conversaron largo rato, echados en unas poltronas, y recordando los últimos años de sus vidas juntos, llegó la declaración. ■
ÁLBUM DE FOTOS
BAÚL DE LOS RECUERDOS
Daniel y Andrea cuando todavía nada hacía suponer que sus destinos se iban a cruzar y que sus corazones iban a naufragar en una piscina.
