Escribe: Gonzalo Pajares
El restaurante Costanera 700 es un clásico nikkei fundado hace más de 40 años por don Humberto Sato, uno de los grandes fundadores de la cocina de fusión peruano-japonesa. Y, claro, para Yaquir Sato no hay nada más difícil que superar a un padre convertido en leyenda. Yaquir ha mantenido los clásicos de su padre, como la chita a la sal, el lechoncito a la segoviana, el tiradito de pulpo y el cebiche Costanera (en base a lenguado y salsa de shoyu). ¿Te molesta que siempre te pidan una chita a la sal?, le preguntamos. “Los restaurantes están hechos para satisfacer a los clientes y si ellos piden una chita a la sal, bueno, hay que alegrarnos por haber creado un clásico”. Pero Yaquir también ha sabido introducir otros platos que han afianzado el estilo Costanera, como el arroz con pato, las pastas con vóngoles y la paella negra de langosta. Mención especial merecen las conchas, ostras y lenguados vivos, criados en inmensas peceras al interior del local, de donde son extraídos antes de servirlos en la mesa. En efecto, el restaurante Costanera 700 no solo tiene cocina sino también enormes peceras y un laboratorio. De tal manera que, complementando ollas y sartenes, también hay pipetas y microscopios. Por eso Yaquir Sato afirma: “detrás de cada bocado, hay estudio, ideas, investigación”. Sí, hoy en el Costanera las ideas se cocinan… y saben muy bien.