PRIMER ACUERDO DE PRODUCCIÓN LIMPIA YA ES UNA REALIDAD
El Sistema Coca-Cola Perú firma un acuerdo pionero en Producción Limpia. Ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, llama a otras empresas de nivel planetario, como Nestlé y Alicorp, a sumarse a esta cruzada. Se espera un efecto domino a favor del cuidado del medio ambiente y la sostenibilidad.
Es la primera vez que se va a exponer en el CADE Ejecutivos un tema tan importante como la sostenibilidad, entendida, claro, como aquel modo de producción que, satisfaciendo las necesidades actuales, no comprometa la capacidad de las generaciones futuras de satisfacer las suyas. Y es que hoy en día es un imperativo moral que las empresas, además de ser rentables, sean también sostenibles y se esfuercen por garantizar el equilibrio entre su crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar social en las comunidades donde operan.
En ese sentido se acaba de marcar un hito pionero en Latinoamérica, con la firma entre el Estado peruano y el Sistema Coca-Cola del primer ‘Acuerdo de Producción Limpia’, por el cual Coca-Cola Perú y su socio embotellador, Arca Continental Lindley, se comprometen a ajustar sus estrategias de negocio para reducir, reciclar y reutilizar los materiales de sus empaques.
En sus tres puntos principales, el acuerdo apuntala y pone metas más ambiciosas a las diferentes iniciativas que el Sistema Coca-Cola ya ponía en práctica previamente y de forma voluntaria: 1. Incorporar material reciclado en la fabricación de nuevos envases. 2. Reutilizar empaques de vidrio. Y, 3. promover el reciclaje de los envases de plástico PET. “Este acuerdo representa un paso más en el camino que Coca-Cola viene recorriendo como parte de nuestro compromiso global por Un Mundo Sin Residuos”, comentó Evangelina Suárez, Gerenta General en Coca-Cola Perú. De hecho, hoy en día el 100% de los envases PET del sistema Coca-Cola están compuestos por 25% de PET reciclado. Y el 20% de la producción de envases producidos, son envases de vidrio retornables.
SONIA, SAN MIGUEL INDUSTRIAS Y COCA-COLA: LOS TRES MOSQUETEROS DEL RECICLAJE
Una de los artífices de que Coca-Cola Perú cumpla con uno de sus propósitos de sustentabilidad, teniendo un 25% de resina reciclada en sus botellas, se llama Sonia Hilario y es una emprendedora que dirige un negocio de acopio de botellas de plástico en el distrito de Los Olivos. “Si yo no hiciera esta labor, estaría pobre y el mundo estaría más contaminado”, dice Sonia, una mujer empoderada muy consciente de su labor en la sociedad. “Donde otros ven una botella vieja, yo veo negocio y una ayuda al medio ambiente”.
El negocio de Sonia funciona así: Todos los días decenas de microrecicladores llegan hasta su local con costales llenos de botellas plásticas desechadas, las cuales han recogido, a través de la modalidad hormiga, de tachos de bodegas, basurales, calles, parques, zonas de cultivo y hasta ríos. ¡Son veinte toneladas de material recolectado solo en ese local cada mes! Los operarios de Sonia retiran manualmente las etiquetas y seleccionan las botellas por colores: Luego, con máquinas compactadoras, los miles de envases vacíos se convierten en cubos de plástico corrugado de un metro y medio de alto y 300 kilos de peso. De esta manera se hace más económico y eficiente su transporte a la planta de reciclaje de San Miguel Industrias, en el Cercado de Lima. Y aquí, tras un proceso con tecnología de punta, que incluye triturado, lavado y homogeneizado, se produce resina reciclada PET de grado alimenticio, la materia prima con que se hacen los envases nuevos que usan los consumidores diariamente.
Sonia Hilario y su ejército de recicladores, Coca-Cola Perú y San Miguel Industrias son parte de una economía sostenible y circular que, al reducir, reciclar y reutilizar el material con que se hacen los empaques, cuida el medio ambiente.
Y van por más. Ya que, según declaraciones de Edgar Jürgensen, CEO de San Miguel Industrias, a la revista Semana Económica, “hoy en día se está mezclando entre 15 y 20 % de resina virgen con resina reciclada. Pero estamos realizando algunos desarrollos y pruebas para ir mejorar, pues tenemos la pretensión, junto con nuestros clientes, que son los principales productores de bebidas del Perú, de llegar al 50%”.
DATOS DE INTERÉS: LO QUE DIJO LA MINISTRA DEL AMBIENTE
Durante la firma del Primer Acuerdo de Producción Limpia, realizado en la cancillería del Perú, la Ministra del Ambiente, Fabiola Muñoz, contó que su ministerio tiene el reto de incorporar el tema ambiental en cualquier decisión que se tome, “desde las señoras que van a comprar al mercado con su bolsa de tela reutilizable, hasta los procesos industriales de las empresas globales que operan en nuestro país”.
Revista EN LIMA (EL) ¿Entonces no solo es un trabajo multisectorial, sino a todo nivel?, se le pregunta.
FABIOLA MUÑOZ (FM): En efecto, necesitamos trabajar el tema ambiental en todos los niveles, con los actores pequeños, medianos y grandes. Pero una cosa que es clave e importantísima, es el liderazgo. Porque generalmente los pequeños y los medianos tratan de reproducir las conductas de los líderes. Y son los líderes los que marcan la pauta y hacen los grandes cambios. Es en ese sentido donde este primer acuerdo voluntario que está asumiendo Coca-Cola se configura como un hito importantísimo.
EN: ¿Acaso no era así en el sector forestal, en el que usted tiene amplia experiencia?
FM: He sido testigo de los esfuerzos de compañías globales para tratar de ser sostenibles y, por ejemplo, no comprar productos que vienen de una cadena productiva que genera deforestación, y más bien potenciar aquellos actores que sí hacen todo un trabajo de producción sostenible…
EL: Las grandes compañías deben dar el ejemplo, ¿verdad?
FM: Por eso mi entusiasmo. Cuando era más joven y trabajaba en el sector forestal, siempre nos preguntábamos entre colegas: ¿cuándo Nestlé mirará al Perú?, ¿cuándo Unilever mirará al Perú? Y hoy día vemos a Coca-Cola, que es uno de esos jugadores grandes, mirando al Perú y diciéndonos: nosotros nos comprometemos con ustedes en el uso eficiente de los recursos. Y eso para mí es como un sueño cumplido y el primer paso de algo más grande. En el largo camino del sueño de una producción sustentable.