ISLA A LA DERIVA


El antiguo parquecito triangular que estaba en frente del café-restaurante La Bonbonniere ha sido dizque refaccionado por la Municipalidad de San Isidro, pero la verdad es que ha terminado convertido, en medio de las calles Burgos, Roma y Tomás Edison, en una deslucida isla de cemento.  El nuevo espacio contrasta drásticamente con la estética del barrio, signada por un hermoso edificio art déco y el cafetín de estilo francés, que data de 1953.  Jardín y bancas de madera hubieran sido una alternativa al derroche de cemento en veredas, bancas modelo tumba y macetas, también de cemento, cuyo principal objetivo parece ser el evitar que los carros se estacionen ahí. El lugarcito además está rodeado en su perímetro de un número excesivo de señales de tránsito y bolardos de seguridad con láminas reflectivas amarillas. Ah, también hay una pequeña área verde a la que deseamos larga vida. En fin, un parquecito con más metros cuadrados de cemento que de césped. ¡El mundo al revés!

Previous MICHAEL TWEDDLE: LIBRES COMO EL VIENTO
Next ÚLTIMO MINUTO